martes, 23 de marzo de 2010

EL HOSTIGAMIENTO SEXUAL



Desde la década de los 1990s las mujeres comenzaron a señalar el hecho de que ellas eran víctimas de otra forma insiduosa de avanzes sexuales no deseados, el hostigamiento, o acoso, sexual. Hasta ese entonces, la mujer era vista como un “blanco” apropiado para toda insinuación sexual, en el trabajo, en las escuelas, y en cualquier ambiente social. La diferencia entre conducta normal y conducta hostigante está en que en la conducta hostigante, la persona que hostiga continúa con las insinuaciones sexuales aún después que la otra persona ha hecho claro que no está interesada en sostener ese tipo de relación.

El hostigamiento sexual se evidencia de dos maneras. Primero, existe hostigamiento sexual del tipo quid pro quo (“esto por aquello”) cuando la víctima tiene que acceder a tener relaciones sexuales para obtener algún beneficio (tal como obtener o mantener un empleo, una promoción, una nota en la clase, entres otros). La segunda forma de hostigamiento sexual es la creación de un ambiente hostil intimidante u ofensivo en el cual la víctima está cohibida de ejecutar adecuadamente sus obligaciones o derechos.

Las leyes que prohíben el hostigamiento sexual hacen claro que las empresas, las escuelas y universidades y el sector público tienen que elaborar, difundir activamente y mantener vigente de lo que constituye hostigamiento sexual, que tal acciones son prohíbidas e implementar formalmente un proceso de ventilación de querellas.

Mitos Relacionados al Hostigamiento Sexual

Existen ciertos mitos sobre el hostigamiento sexual que han sido expuestos por Francoeur (1982). Estos son:

1. Lo único que deben hacer las mujeres es ignorar la instancia de hostigamiento sexual. Según Francoeur, las investigaciones han indicado que de las mujeres que ignoraron el hostigamiento y no lo reportaron, el 75% reportó que la situación de hostigamiento se puso peor, y el 25% restante, recibió una “carta de reprimanda” inmerecida o un aumento de trabajo.

2. Los hombres no se tienen que preocupar por ser víctimas de hostigamiento sexual en el trabajo. Según Francoer, encuestas indican que un número apreciable de hombres reportan haber sido víctimas de hostigamiento sexual (ver sección al final).

3. Si la mujer no desea ser el foco de atención sexual de hombres hay muchas cosas que ella puede hacer para no serlo. Si lo es, es porque ella busca ser hostigada. Según Francoeur, este mito resulta de la creencia por el hombre de que cuando la mujer dice que “no”, ella en realidad quiere decir que “si”, y por lo tanto, el hombre persiste con el acto de hostigamiento.

4. La gran parte de las querellas de hostigamiento sexual son falsas. Según Francoeur, la mujer tiene poco que ganar con una querella, aún cuando ésta es verdad, debido a lo difícil de comprobar el hostigamiento sexual. La mujer tiene muy poco que ganar levantando querellas falsas que tendrán poca probabilidad de prosperar.

5. El hostigamiento sexual no es hostigamiento en realidad sino la demostración natural de interés sexual entre un hombre y una mujer. Según Francoeur, la mujer, especialmente cuando se encuentra en una posición subordinada al hombre, no puede fácilmente negarse a la interacción por el diferencial de poder que existe y si se niega, pudiera enfrentar consecuencias negativas para ella y por lo tanto, según los tribunales, esto constituye discrimen sexual.

Varios modelos han sido propuestos que explican por qué el hostigamiento sexual prevalece tanto en la sociedad. Los investigadores O´Hare y O´Donohue (1998) identificaron cuatro:

El Modelo Biológico: Según este modelo, los hombres, quienes tienen un impulso sexual más fuerte, se inclinan más a conducta sexual dirigidas a las mujeres. Esto, según los proponentes del modelo, es sencillamente un aspecto rutinario del impulso sexual de los hombres. Este modelo implica que el hombre, por su propia naturaleza bio-fisiológica, va a siempre tener la inclinación de hacer avanzes sexuales a las mujeres. Este modelo ignora el aspecto cognoscivito (el aprendizaje, especialmente el aprendizaje social) del hombre.

El Modelo Empresarial: Este modelo se basa en el diferencial de poder entre las personas en la administración de la empresa y los subordinados/subordinadas. El modelo propone que esas personas con posiciones de poder en las empresas tienen la tendencia de abusar su poder para satisfacer sus necesidades sexuales y así hostigar a los subordinados/las subordinadas. El hostigamiento sexual, en este modelo, es afectado por factores tales como la proporción de hombres y mujeres en posiciones de autoridad, los procedimientos para ventilar querellas de hostigamiento sexual y cuán activa es la empresa en difundir sus política sobre el hostigamiento sexual. Este tipo de modelo es el más usado para explicar y controlar el hostigamiento sexual.

El Modelo Socio-Cultural: En este modelo, el hostigamiento sexual por los hombres es visto como una manera de mantener a las mujeres bajo el control y dominio de los hombres en una sociedad donde el machismo está institucionalizado a nivel social. Esto se vería en culturas donde los roles de género son rígidos y el hombre es visto como activo y agresivo y la mujer como pasiva y sometida. De esta forma, el hostigamiento sexual es una herramienta para mantener a ls mujeres en su “sitio” y en posiciones de poco poder en la sociedad.

El Modelo de Expectativas de los Roles de Género: Este modelo propone que el hostigamiento sexual ocurre cuando ciertas condiciones se manifiestas. Una condición es un desbalance en la proporción de hombres y mujeres presentes. En situaciones dónde uno o el otro predomina más, la sensualidad femenina de la mujer se destaca más que su role como empleada, haciendo que el hombre reaccione a ella, a nivel sexual, en vez de a nivel profesional. En este modelo, ciertas variables se envuelven en predecir la incidencia de hostigamiento sexual. Estas variables son:

1. La necesidad masculina de poder y dominio que los hombres aprenden en su rol de género y la sensitividad a los estímulos femeninos que lo atraen a las mujeres. El hostigamiento sexual entonces es el resultado de la necesidad de poder y domino.

2. La facilidad con que el hombre puede inhibir los factores internos en él que lo inhibirían de cometer un acto de hostigamiento sexual. Estos factores internos son: la comprensión de que es un acto ilegal, inmoral y antaético, y la habilidad de sentir simpatía para el punto de vista de la mujer-víctima.

3. La facilidad con que el hombre puede inhibir los factores externos tales como: la existencia de políticas institucionales contra el hostigamiento sexual, los procedimientos implementados para ventilar querellas y las posibles consequencias negativas para él, de ser encontrado culpable.

4. El reconocimiento por el hombre de cuán bien la mujer reconoce el intento de hostigamiento sexual y de la capacidad que ella tiene de detener el intento.

Según Westheimer y Lopater (2002) estos cuatro factores fueron validados por O´Hare y O´Donohue a nivel de instituciones académicas, pero queda por validar a nivel empresarial mismo.

El Hostigamiento Sexual Contra Hombres

Un fenómeno poco investigado hasta recientemente es el hostigamiento sexual dirigido hacia hombres. En algunos casos el hostigamiento sexual hacia un hombre es hecho por mujeres (usualmente “quid pro quo”), pero la mayor parte de los casos, el hostigamiento viene de otros hombres, (la gran parte viniendo de hombres heterosexuales, hostigamiento por un hombre gay no es muy frecuente) y es de la naturaleza de “ambiente hostil y amenzante”.

La forma más común, o “ambiente amenzante” que se ve cuando hombres que demuestran ser efeminados, o que se asume son “gays”, son denigrados verbalmente o físicamente para que conformen a conducta más “masculina”. En un estudio conducido por Waldo, Berdahl y Fitzgerald en el 1998 (reportado por Westheirmer y Lopater, 2002) se encontró que de 378 hombres que trabajan para las facilidades de una empresa de energía eléctrica grande, de esos que reportaron haber sido víctimas de hostigamiento sexual, la mayoría del hostigamiento fue causada por hombres (52.7%). Hostigamiento sexual por una mujer fue reportada por el 30.1% y el 17.2% indicó hostigamiento sexual por ambos hombres y mujeres.

Otros hallazgos importantes fueron que el tipo de hostigamiento quid pro quo no es muy común cuando el hombre es la víctima del hostigamiento y que más común es el tipo de hostigamiento dirigido a cuestionar o denigrar la “masculinidad” de la víctima del hostigamiento.

Prevención

El comienzo del nuevo milenio trajo vio un aumento en las demandas monetarias de hostigamiento sexual. En la década anterior, menos de 1.3 millones de dólares anuales eran adjudicados en las demandas. Para fines del siglo XX, la cifra ascendió a $10 millones de dólares anuales. Frente a estas estadísticas, las empresas (incluyendo las escuelas y universidades) han comenzado fuertes estrategias de controlar este problema social.

Un aspecto importante de prevención es la implementación de una política clara y específica sobre lo que constituye un acto de hostigamiento sexual. En muchos sitios, seminarios a nivel de la gerencia administrativa se crean. Eventualmente, estas charlas informativas también se dan a las personas empleadas en la empresa o escuela, que incluya el procedimiento a seguir para ventilar una querella. Finalmente, las empresas o escuelas deben hacer claro cuáles son las sanciones que seguirían al ser validada una querella.

Si una persona cree ser víctima de hostigamiento sexual, ésta debe, primero que nada, hacer claro a la persona hostigante que no tiene ningún interés en una relación sexual. La persona debe mantener un récord escrito y detallado de todas las instancias de hostigamiento, prestando atención a quienes fueron potencialmente testigos o testigas de tales actos. Es muy importante, si va a tener que litigar en los tribunales, que se establezca credibilidad de parte de quien querella y esta es una buena manera de hacerlo.

La persona debe de inmediato quejarse con su supervisor inmediato (si éste es el hostigante, entonces con el supervisor de su supervisor) Si la víctima se siente incómoda quejándose con el supervisor, puede ir a la oficina de Recursos Humanos e iniciar la querella ahí. En algunos casos la empresa o la escuela tiene ciertos procedimientos para ventilar querellas y en esos procedimientos se hace claro a dónde debe ir a iniciar la querella. En cualquier caso, la ley lo único que requiere es que se ventile la queja a un miembro de la gerencia empresarial. De estar insegura, la víctima debe acudir a la oficina de Recursos Humanos y hablar con el director de ese departamento.

En el ambiente universitario, los estudiantes o las estudiantes pueden evitar estar en situaciones incómodas con profesores o profesoras si siempre están con otra persona cuando visitan las oficinas. Si tienen que estar a solas, deben pedir que la puerta se mantega abierta.

Abuso Sexual de Menores

Familiar (El Incesto)

Otra forma de agresión sexual es esa dirigida a, casi siempre, menores de edad de la familia misma. El incesto envuelve una definición legal de lo que constituye una relación sexual familiar prohíbida. En nuestra cultura, la prohibición envuelve, a los padres y madres, a los hermanos y hermanas, a los tíos y tías, a los abuelos y abuelas, de la persona en cuestión, así sea por relación sanguínea o matrimonial. A nivel religioso, el incesto puede que se defina diferentemente (en la Iglesia Católica, la prohibición incluye hasta los primos y primas hermanos).

Estadísticas sobre el incesto son muy difíciles de obtener y lo único que se puede hacer es estimar la incidencia basándose en variedades de estudios. Si no hay coito envuelto, las estadísticas pueden ser tan altas como un 20% de la población y si se incluye el acto de coito, tan bajas como el 4% de la población. Varias encuestas con estudiantes universitarios han indicado que entre el 30% y el 35% de los y las encuestados informar haber tenido experiencias incestuosas durante la adolescencia.

La forma más común de incesto es entre hermanos y hermanas. Este tipo de conducta es casi siempre iniciada por el varón en el caso de hermano-hermana o por el hermano mayor en el caso de hermano-hermano y los/las participantes tienden a verlo como algo natural. La segunda forma más común es el de padre-hija. Esta relación progresa usualmente de contacto cariñoso, progresando más y más a contacto más explícito sexual, envolviendo contacto con los genitales. La forma menos común es madre-hijo.

Las investigaciones que han mirado los efectos a largo plazo del incesto indican que una reacción común en mujeres víctimas del incesto por su padre es furia. Furia contra el padre por haber cometido tales actos y también furia contra la madre por haberlo permitido y haber fallado en protegerla. Algo interesante de esta furia es que también se notó que se generalizaba a muchos aspectos generales de la vida y ambiente de la víctima. Mujeres víctimas de incesto experiencian más hostilidad en general, especialmente esas mujeres que creen en el femenismo.

Agresión sexual y vida sexual

Por Marta Alcalá

La agresión sexual es un delito al que caracteriza la violencia, no la pasión. El término sobreviviente al abuso sexual es preferible al término de víctima.

El abuso sexual durante la infancia tiene un efecto profundo y potencialmente prolongado durante toda la vida sobre la persona que sobrevive al mismo.

Las mujeres que sobreviven al abuso sexual tienden con mayor frecuencia a experimentar depresión, ansiedad crónica, ira, problemas por abuso de sustancias, trastornos de personalidad múltiple, trastorno de personalidad limítrofe, fatiga, poco amor propio, remordimientos y trastornos del sueño.

Violación o agresión sexual, se caracteriza por:

1.- Empleo de fuerza física, engaño, intimidación o amenaza de daño corporal.

2.- Falta de consentimiento o incapacidad para otorgarlo porque la sobreviviente es muy joven o de edad avanzada, está trastornada por el consumo de alcohol o de sustancias ilícitas, ha perdido el conocimiento o está trastornada desde los puntos de vista mental o físico.

3.- Penetración oral, vaginal o rectal con un pene, un dedo u objeto.

La mayor parte de las mujeres resultan violadas por un pariente o una amistad (9 por ciento por maridos o ex maridos, 11 por ciento por padres o padrastros, 10 por ciento por novios o ex novios, 16 por ciento por otros parientes y 29 por ciento por otros individuos que no son parientes).

Son cuatro, los tipos de violadores.

1.- Los violadores oportunistas. 2.- Los violadores iracundos.3.- Los violadores dominantes.4.- Los violadores sádicos.

Sólo el 17 por ciento de las sobrevivientes a la violación buscan asistencia médica después de la misma. Después de la agresión sexual las mujeres quedan con muchas preocupaciones, entre ellas por el embarazo, por las enfermedades de transmisión sexual (incluso la infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), porque se les culpe de la agresión, porque su nombre se exponga en público y porque sus familiares y amigos sepan sobre lo que les aconteció. Las reacciones iniciales a la agresión sexual pueden ser choque, adormecimiento, aislamiento y posiblemente, negación.

El síndrome de traumatismo por violación es una constelación de síntomas físicos y psicológicos que consisten en miedo, desesperanza, incredulidad, choque, remordimientos, humillación, vergüenza, ira y autorreproches.

El médico cuando recibe a una paciente con agresión sexual reciente, debe:

1.- Obtener los antecedentes ginecológicos precisos, incluso un registro de la agresión s

exual.

2.- Valorar, anotar y tratar las lesiones físicas.

3.- Ejecutar los cultivos apropiados (incluidas muestras para las pruebas forenses), tratar

Cualquier infección existente y ofrecer profilaxis contra las enfermedades de

Transmisión sexual.

4.- Ofrecer tratamiento para prevenir el embarazo no deseado.

5.- Ofrecer consejo a la paciente y tanto a su compañero como a sus familiares.

6.- Hacer los arreglos para los cuidados médicos de la vigilancia y el consejo.

7.- Informar a las autoridades legales todo lo que exige la ley.

Las lesiones más frecuentes son moretones y abrasiones de manos, cuello y brazos y lesiones genitales acompañadas por hemorragia y dolor. Los datos genitales más frecuentes son eritemas y pequeños desgarros de vulva, periné e introito.

En México, por entidades, las mujeres en donde son más agredidas sexualmente son Jalisco 11.6 por ciento, Colima 11.1 por ciento Estado de México 11 por ciento, los de menor incidencia son Chiapas, Nuevo León, Campeche y Baja California Sur.

Las mujeres reportan mayor victimización que los hombres.

Las mujeres reportan una proporción más elevada de abusos por parte de familiares mientras que los hombres mencionaron a los amigos como agresores más frecuentes.

Tanto los sobrevivientes al abuso sexual como los agresores reportaron un consumo de drogas significativamente mayor que los que no tienen estos antecedentes de abuso sexual.

Las mujeres sobrevivientes al abuso sexual frecuentemente presentan alteraciones gastrointestinales, dolor pélvico crónico.

Es poco común que en la primera consulta médica ginecológica se tenga toda la confianza para expresar los antecedentes de este tipo, en una siguiente revisión se recaban datos importantes, para tomar todas las medidas pertinentes que mencione anteriormente y evitar en lo más posible las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados, siempre debemos pedir interconsultas con otras especialidades para dar un manejo multidisciplinario y hacer que las pacientes sobrevivan a la agresión sexual de la mejor manera posible.


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