sábado, 27 de marzo de 2010

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. III











DIAGNOSTICO.

El paso más importante que los médicos pueden dar es ante la sospecha preguntar a las mujeres si sufren o han sufrido alguna vez malos tratos. Es crucial que el médico adopte una actitud relajada y acrítica

Las respuestas negativas sobre los niveles más bajos de malos tratos no descartan respuestas positivas sobre actos agresivos más graves.

Los malos tratos conyugales constituyen un problema social complejo que exige a los médicos traspasar los esquemas clásicos de atención del paciente para enfrentarse con sus propios sentimientos personales y actitudes sociales. En pacientes no seleccionados los médicos identifican sólo 1,5% al 8,5% de las víctimas. En un estudio realizado en un centro de medicina de familia sólo respondieron a la encuesta acerca de malos tratos 6 de 394 mujeres.

TRATAMIENTO.

La calidad de la atención médica determina con frecuencia si va a acudir a organismos legales, sociales y de salud que el médico proponga.

Se deberá tener mucho cuidado en no producir una victimización secundaria que es el fenómeno que ocurre cuando una víctima de violencia familiar recurre a una institución (comisaría, hospital, juzgado) o a algún profesional (médico, psicólogo, abogado, etc.) en busca de ayuda. Estos profesionales, impregnados de mitos e ignorancia pueden convertir a la persona por segunda vez en víctima.

La intervención debe ser apropiada, pertinaz y eficaz, en la situación de crisis la persona está especialmente vulnerable, lo que refuerza aún más el impacto de la intervención. Los objetivos en la primera entrevista, o primera intervención son fundamentalmente tres: aumentar la seguridad personal de la mujer agredida y de sus hijos, retomar su equilibrio emotivo, su seguridad psicológica y lograr que la mujer tome una decisión sobre los pasos a seguir en un futuro inmediato.

Como actuar: La intervención será directiva, no caer en aceptar responsabilidad, problematizar al paciente, que haga conciencia que el problema es suyo.

MALOS TRATOS A ANCIANOS.

Los malos tratos a ancianos se agrupan por lo general en cinco tipos.

1. Abandono físico: a) abandono pasivo, en el cual, por inexperiencia o por las alteraciones de la personao por las alteraciones de la persona que debe cuidar al anciano, no se satisfacen las necesidades básicas de este, que queda solo u olvidado. b) Abandono Activo, en el que le son negadas activamente al anciano las necesidades básicas de la vida diaria, como alimentación medicinas, compañía o ayuda física para los que están inmovilizados, o no proporcionar la protección adecuada contra las lesiones a las que son propensos.

2. Malos tratos físicos: golpear, abofetear, empujar, agredir sexualmente o usar sujeciones físicas.

3. Malos tratos psicológicos: Atemorizar, intimidar, humillar, aislar, infantilizar.

4. Malos tratos de tipo material o económico: robar o abusar de los recursos materiales o económicos del

anciano.

5. Violación de derechos: desahuciar o forzar un traslado, bien a una residencia asistida, bien a otra institución sin aviso, explicación o participación en la decisión, o confinarlo de modo inadecuado.

A estos tipos de maltrato hay que añadir el concepto de autonegligencia. La sociedad en general y los profesionales de la salud en particular suelen suponer que no puede o no debe ayudarse a una persona que aparentemente es capaz d entender y responder a los que se le dice y que, además, se opone, rehúsa o simplemente no conceptualiza la necesidad de ayuda. Ello es un error y hace que se estime por exceso la capacidad de algunos ancianos para saber cuidar de si mismos, sobre todo si presentan un deterioro cognitivo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario