sábado, 27 de marzo de 2010

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR PRESENTACIÓN CLINICA.


Mujeres Maltratadas.

Las mujeres divorciadas o separadas, jóvenes y de clase socioeconómica baja son las que presentan unas tasas mas elevadas de maltrato; sin embargo, la mujer maltratada no muestra ningún tipo característico de perfil de personalidad premórbida. El aislamiento, el desequilibrio de poder y las conductas alternantes de malos tratos y afabilidad de la pareja predisponen a que estas víctimas creen unos vínculos emocionales muy intensos con sus agresores, lo que explica porqué las mujeres maltratadas deben luchar para separarse emocionalmente de quien las agrede y por qué regresan tan a menudo con el agresor después de haberlo abandonado.

Se pueden observar frecuentemente conductas que se pueden desarrollar después de una situación de violencia como son:

Incremento de los problemas de salud física y mental.

El miedo.

La minimización de la situación de abuso.

Aislamiento.

Indefensión aprendida.

Internalización de la culpa.

Ambivalencia.

Baja autoestima.

Esperanza.

Aumento del consumo de drogas, alcohol y tranquilizantes.

Varones que maltratan.

Los agresores no pierden el control, sino que se hacen con él. Las características más frecuentes de los agresores son la dependencia y los celos de su pareja, la creencia en los roles tradicionales de cada sexo, una necesidad extrema de control, hostilidad y dificultad para confiar en los demás, y el rechazo a aceptar la responsabilidad de sus conductas violentas. El 90% de los varones que maltratan no tienen antecedentes criminales.

Niños.

Aunque los padres afirman con frecuencia que sus hijos no están al corriente de las disputas familiares, del 40% al 80% están presentes mientras ocurren y el resto las escucha desde otra habitación o es testigo de sus consecuencias. Los malos tratos conyugales son, por sí mismos, malos tratos infantiles. En el 45% al 60% de los malos tratos infantiles existen al mismo tiempo malos tratos conyugales.

Los síntomas que presente al niño que es testimonio de los malos tratos a su madre pueden ser de tres tipos: conductas de interiorización (tristeza, aislamiento, molestias somáticas, miedo, ansiedad), conductas de exteriorización (agresión, crueldad, con los animales, desafío de autoridad, destructividad) y trastornos de las relaciones sociales (fracaso escolar, mala relación con los compañeros, no participación en actividades deportivas o extraescolares). En el futuro estos niños muestran predisposición para maltratar o a convertirse en víctimas de los malos tratos de su pareja.





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